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viernes, 29 de febrero de 2008

¿Y si el presidente Correa hubiera sido libertario?

Jesús Huerta de Soto define al liberalismo como una corriente de pensamiento (filosófico y económico) y de acción política que propugna limitar al máximo el poder coactivo del Estado sobre los seres humanos y la sociedad civil. Por lo tanto, un libertario actuaría en esa dirección y bajo esos lineamientos. Entonces, imaginémonos por un momento que hubiera sucedido en el país si el presidente Correa no fuese socialista sino libertario. Es difícil imaginarlo pero, hagamos el intento.
1) Existiría un verdadero Estado de Derecho, en el que los miembros del gobierno y la sociedad en general estén sometidas a un mismo marco legal (Constitución vigente) y que dicho marco sea cumplido totalmente. 2) Entendería que para alcanzar el desarrollo no se debería sacrificar las libertades individuales. 3) Trataría al máximo de limitar el poder coactivo del Estado. Más bien, lo ha incrementado aceleradamente. 4) Se hubiera implementado un drástico plan de reducción del tamaño del Estado ya que este por sí mismo jamás ha generado riqueza. La creación de más ministerios (burocracia) no beneficia al tendero de la esquina. Si se continúa engordando al Estado, el costo social será alto. Los socialistas creen que mientras más Estado haya, más seguros estamos todos los individuos. 5) Aceptaría cualquier tipo de crítica (buena o mala) sobre la gestión de su gobierno y las analizaría para hacer efectiva su implementación. 6) Respetaría las opiniones de los demás miembros de la sociedad y evitaría las ofensas hacia mujeres y personas que han cumplido un rol importante en la sociedad. 7) La tolerancia sería una de sus principales virtudes. Todo libertario tiene que serlo. 8) Implementaría un modelo de desarrollo del siglo XXI basado en una apertura comercial, financiera y bancaria para que las clases más necesitadas puedan acceder más rápido a los beneficios de la globalización. 9) Impediría que su movimiento político viole el estatuto de la Asamblea Nacional Constituyente mediante la promulgación de leyes que no van a ser sometidas a consulta popular para que los ciudadanos (mandantes) decidamos si son aplicables o no. 10) Se tendría al menos unos capítulos de la nueva Constitución para que se inicie su difusión y posteriores reflexiones. Ya vamos para tres meses y ni siquiera contamos con las notas introductorias. ¿Habrá una Constitución preelaborada? 11) Se estaría debatiendo los conceptos de sociedad abierta en la Asamblea y cuáles serían las funciones limitadas de un gobierno dentro de una economía de mercado. 12) El crecimiento económico hubiera alcanzado un nivel alrededor del 6 al 7% si la economía fuera más dinámica, abierta y libre. No se olviden que la economía peruana ha mejorado notablemente mientras que la nuestra está estancada. 13) Se aplicarían los mecanismos para fortalecer más la dolarización en vez de debilitarla e ir destruyendo poco a poco sus bases a través del excesivo gasto público y la poca afinidad que tiene presidente hacia la moneda norteamericana. 14) No existiría la Senplades ( una entidad re-centralizadora) 15) Se hubiera implementado un impuesto plano y no uno de tipo progresivo sobre los ingresos de los individuos. Los impuestos progresivos se traslapan a los consumidores y afectan a las clases más desprotegidas de la sociedad. 16) No existiría el salario mínimo vital ya que es una barrera de entrada para los nuevos trabajadores. La tasa de desempleo bajaría notablemente. 17) Entendería que los subsidios no benefician a los más pobres y que su efecto inmediato es una escasez del producto en el mercado. Es decir, en un gobierno libertario no habrían precios oficiales.
A pesar de lo descrito el gobierno quiere que sonriamos, estemos felices y actuemos como si no ha pasado nada en un año de la supuesta “revolución ciudadana”. Estimado lector, si usted puede sonría, le va a costar mucho hacerlo. ¡Haga el intento!

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