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sábado, 24 de mayo de 2008

¿Por qué se justifica la existencia de un Estado y un gobierno?

La justificación para la existencia de un Estado en una sociedad se la puede evaluar fácilmente al verificar si éste verdaderamente está creando el ambiente de bienestar necesario para que los ciudadanos puedan trabajar, prosperar y mejorar sus niveles de vida. Si el Estado no cumple ese fin entonces debe reajustarse a la realidad y encaminarse hacia esos objetivos. Algunos intelectuales piensan que debe desaparecer gradualmente y otros, que su campo de acción en el mercado se lo reduzca al mínimo (me gusta la última).
El Estado nació mediante un acuerdo (pacto) entre los individuos para que los defendiera de cualquier ataque extranjero o local, custodiara sus derechos e impartiera justicia. Poco a poco, los individuos fueron cediendo más libertades y derechos al Estado, a tal punto que la participación estatal en la economía supera el 50%.

Actualmente, los asaltos, robos, violaciones, asesinatos han aumentado significativamente en el país sin que haya una acción eficaz por parte del gobierno. Los ciudadanos tenemos que adoptar varios controles personales para evitar ser victimas de un malhechor. ¿Por qué el Estado no resuelve este problema y el presidente Correa lo coloca en su agenda como prioridad número uno? Porque en este momento el Estado se ha alejado de su rol esencial y se está inmiscuyendo en varias áreas que el mercado las puede manejar eficientemente. Ahora el Estado es empresario, petrolero, hotelero, comunicador social, banquero, doctor… El Estado como tal no crea riqueza sino que la toma de otros sectores de una economía para poder existir. Si no la crea entonces, ¿qué es lo que hace pensar al movimiento PAIS que si lo logra?
EL gobierno se niega rotundamente a tomar como referencias a las fórmulas utilizadas por otras naciones para enrumbarse en el camino del crecimiento. Perú está creciendo en el orden del 7% y nosotros en el 2%. ¿Qué estamos haciendo mal? A rato pareciera como si los asambleístas estuvieran experimentado y elaborando un modelo a la ecuatoriana que no tiene pies ni cabeza. Si se quiere reducir la pobreza de una nación hay que tomar varias políticas revolucionarias que rompa paradigmas y destruya falacias impregnadas fuertemente en las mentes gobiernistas. Incluso, hay varios sectores del país que añoran los tiempos donde el Estado era un ente con poderes totales.
A través de los mandatos promulgados lo están logrando y falta poco para que regresemos al pasado donde se mira al Estado como el gran padre que nos soluciona todo. Al mercado le van a dar un papel secundario minimizando sus virtudes, pues no creen en las libertades individuales. La verdadera revolución ciudadana debería estar dirigida a cambiar la visión que tenemos sobre el papel del Estado y no olvidarnos del poder que tenemos los ciudadanos para hacer que esto sea plausible lo más pronto. Destruir y malgastar la riqueza toma poco tiempo; pero para crearla, invertirla e incrementarla toma generaciones.

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