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sábado, 21 de febrero de 2009

La legalización del consumo de las drogas: (Parte II)

En 1920, el consumo del alcohol fue prohibido en los Estados Unidos mediante la expedición de la Ley Seca lo cual originó la quiebra de cientos de comercios y el surgimientos de las mafias (Al Capone) que proveían de alcohol de mala calidad a las personas con precios exorbitantes. El gobierno dejaba de percibir miles de dólares por concepto de impuestos debido a que el negocio legal del alcohol desapareció. Estados Unidos aceptó la derrota de su guerra contra el alcohol en 1933 y permitió su consumo.
Si los gobiernos dirigieran todos sus esfuerzos para atacar el problema de las drogas por el lado de la demanda los resultados fueran distintos ya que al legalizarse el consumo de la marihuana, cocaína, heroína ocasionaría inmediatamente una reducción internacional del precio lo cual volvería no rentable el negocio del contrabando de estupefacientes, el mercado negro por ende desaparecía y la mafia organizada sería aniquilada por completo. Las drogas serían vendidas por comerciantes legalmente registrados y no por gánsteres. La legalización de las drogas implicaría legalizar su producción, distribución y consumo. Con esta nueva visión y política los individuos recobrarían su soberanía de consumir el bien que desee (libertad de consumo). Las grandes cantidades de dinero que se utilizan para combatir el contrabando serían empleadas en programas educativos de prevención para la sociedad y para otros programas sociales y humanitarios.

El Premio Nobel de Economía 1976, Milton Friedman fue partidario de la legalización de las drogas y para él habían dos problemas: uno económico y otro filosófico. El primero porque el costo de la guerra de las drogas es multimillonario; mientras, que el segundo es que ningún individuo debe ser privado de elegir lo que quiera consumir. El propuso que debería implementarse una reglamentación al nuevo modelo de consumo (reducir los riesgos al consumir una droga ya que en el mercado ilegal mucha gente muere más por la calidad de la droga) y este nuevo modelo proporcionaría más dinero a una nación con los impuesto de este negocio ahora legal. (Este dinero se lo podría destinar a cubrir déficit fiscal).

Hay varias voces que apuntan a la legalización del consumo de las drogas (dulces y duras) con interesantes planteamientos que data ya de una década atrás, pero los gobiernos han preferido nadar contra la corriente. No debemos olvidar que el problema de las drogas debe ser tratado como uno de tipo moral y médico, más no jurídico.

La educación en los hogares, escuelas y universidades y lo más importante la persuasión son elementos claves para evitar que la solución sea peor que la enfermedad. El negocio de las drogas es bueno porque sencillamente es ilegal, mientras más ilegal sea, el negocio mejor será.

La legalización del consumo de las drogas: (Parte I)

La simple idea de consumir cualquier tipo de drogas (dulces como la marihuana y duras como la cocaína) sin ninguna restricción parece descabellada, pero si se analiza a profundidad el tema vemos que no es del todo así e incluso su legalización implicaría el término del multimillonario negocio de las drogas y de un gran problema social de toda Latinoamérica.
En el siglo XIX ningún tipo de droga estaba prohibida en los Estados Unidos y la noción de drogas como estupefaciente solo empezó a surgir en 1860.
En 1914, el Congreso norteamericano promulgó la Ley Harrison para regular el uso de la drogas (excepto la Marihuana). En 1916, Francia fue el primer país en promulgar una ley contra el uso de la drogas. Para fines de los años 40 todas las drogas fueron declaradas ilegales a nivel mundial. En 1999, se implementó el Plan Colombia con un presupuesto de 7.500 millones de dólares, entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, para atacar militarmente el narcotráfico en la zona andina y resolver el conflicto armado con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas). En el 2009, la financiación hacia Colombia fue de 545 millones de dólares.
Los resultados de la guerra contra las drogas ha sido un fracaso ya que la industria ilegal genera alrededor de 400 mil millones de dólares y su prohibición ha creado corrupción en los gobiernos de turno, mafias, drogas adulteradas, muertes, violaciones de los derechos individuales y es un claro atentado contra la libertad de consumo.

Todas las leyes y políticas gubernamentales están dirigidas a atacar la oferta de la droga en el escenario mundial pero lo interesante sería resolverlo por el lado de la demanda. Si los logros por el lado de la oferta (plan Colombia, leyes antidrogas, etc.) fueran efectivos, éstos se traducirían en una reducción del precio de las drogas al disminuir la cantidad ofertada.. Las leyes de la oferta y de la demanda se cumplen en cualquier bien que sea tratado (agua, alcohol, pan, colas, hamburguesas, etc.) y las drogas no se escapan del mismo. La prohibición ha creado un mercado negro lucrativo de grandes proporciones con muchos participantes e “incentivos perversos” donde muchas organizaciones internacionales y burócratas se benefician (sueldos, privilegios, sobornos) del el status quo .

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