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viernes, 12 de enero de 2007

El nuevo Estado de Bienestar

El día de ayer, de manera repentina se formó una nueva mayoría en el Congreso Nacional calificada como “la rectificadora”, la cual tiene como objetivo cambiar el status quo político, contrarrestar las intenciones de reformas constitucionales del PSC, PRIAN y UDC y que se viabilice la convocatoria a la consulta popular para lograr la ansiada Asamblea Nacional Constituyente de plenos poderes. El futuro ministro de Gobierno, Gustavo Larrea, confirmó que la Asamblea tendrá plenos poderes, pero que la misma se sujetará a las normas y procesos constitucionales. ¿Pero, quién nos garantiza que la mayoría que se forme en la Asamblea no cambie algún estatuto o que algunos de ellos se llenen de romanticismos al momento de redactar la nueva Constitución?, ¿Y si un grupo de los asambleístas redactan leyes basadas en fundamentalismos o posiciones dogmáticas contra toda lógica económica o peor aún que las mismas violen varios derechos naturales de los individuos por el simple hecho de justificar una seuda solidaridad? Este escenario es muy probable cuyo único fin sería el nacimiento de una nueva Constitución socialista, ya que, ese es el credo de la mayoría de los defensores de la Asamblea. No cabe la menor duda que se redactarán leyes que darán una mayor participación del Estado dentro de la economía ligado al pensamiento keynesiano y que los programas sociales se universalizarán cuyo costo lo tendrá que pagar la sociedad en su conjunto en el largo plazo. Con asombro observo, que a la mayoría de los ciudadanos gritan, alzan las manos y se ponen contentos cuando ven al Econ. Correa cual si fuera el “Mesías”. ¿Creerán que será gratis el futuro Estado de Bienestar que se gestará en el país? La premisa básica de la defensa del Estado de Bienestar es creer que las sociedades se vuelven más solidarias y más justas al implementar varios programas sociales y no se dan cuenta que la solidaridad es algo que nace voluntariamente y no coaccionado a través del Estado. Hay que ser muy cautos con los programas paternalistas porque sus efectos son contrarios a los objetivos propuestos puesto que los mismos producen más pobreza. El Estado de Bienestar que se avecina es algo inmoral porque hace que el individuo se relacione más con el Estado y apague su fuego creador de riqueza ya que le darán todo “gratis”. Los ciudadanos deben recordar que nada en economía es gratuito y que sólo el hecho de mantener un gran Estado de Bienestar resultará muy perjudicial para las generaciones futuras. Según, Rafael Termes, el Estado no debe dar al hombre lo que necesita para asegurarse el bienestar, sino darle la seguridad de que por sí mismo puede ganarse el bienestar que necesita. El verdadero cambio radical que debería darse es redactar una nueva Constitución con leyes que verdaderamente garanticen la propiedad privada, que promuevan el libre mercado, que garanticen el Estado de Derecho, que desvincule al individuo del Estado, que la participación del Estado en la economía se reduzca drásticamente, que promuevan una integración financiera al estilo panameño, que logren una seguridad social mediante un sistema de capitalización individual, en resumen, el nuevo marco legal deberá encaminar a que la existencia del Estado sea para servir a la sociedad mas no lo contrario.

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