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domingo, 12 de julio de 2009

El nuevo cacique

No es nada novedoso manifestar que el país tenga un nuevo cacique al que nada ni nadie lo puedo cuestionar y peor contradecir. Al cacique se lo identifica rápidamente porque él, solo es el jefe y señor de todos los poderes del Estado. La Constitución Política no la cumple porque no es obligación suya obedecer las leyes y someterse a las mismas. El nuevo cacique tiene como ideología al socialismo del siglo XXI, por lo tanto, la situación se vuelve más complicada ya que aparte de autoritario es fabricante de miseria.
El nuevo cacique lleva a cabo una revolución ciudadana pero el caciquismo ha convertido a la misma en una revolución utópica de un solo ciudadano. El nuevo cacique es el que decide que pensar y hacer en la revolución. El nuevo cacique tiene voz pero es poseedor del voto con mayor peso, el voto que define las cosas.
El nuevo cacique quiere crear a un nuevo ciudadano, el cual poseerá nuevos valores y el socialismo será su nueva religión. Estos valores deben estar asociados al pensamiento socialista y alejado del concepto de la libertad. Al nuevo cacique le conviene una sociedad esclava, sumisa, temerosa y mediocre. ¿Cómo logrará todo esto sin que la gente se subleve? Fácil, el nuevo cacique debe autoproclamarse el salvador de la patria y hacer creer a las masas que todo lo que haga es por el bien de todos. No aceptará fiscalización alguna de sus actos, ridiculizará a los pensadores libres e insultará a sus oponentes. La entrega de dadivas y el facilismo es muy esencial.

El nuevo cacique no entiende de libertades porque el socialismo para operar en una sociedad necesita un Estado grande, fuerte y sólido que absorba todas las funciones del mercado y las libertades ciudadanas.

Vivimos una época de nuevos caciques en Latinoamérica alineados al socialismo, no sabemos cuánto tiempo durará esta novelería. A ratos parecía una enfermedad mental pero, creo firmemente que ya se ha vuelto una epidemia sin cura alguna todavía.

sábado, 21 de marzo de 2009

¿Hacia una revolución mental y no ciudadana?

Me encuentro altamente sorprendido por el hecho de que los ciudadanos hasta ahora no reaccionen por el irresponsable manejo económico de este gobierno de la revolución ciudadana. Los ciudadanos que votaron por el presidente Correa esperaban que su nivel de vida mejore con políticas que condujeran a la nación hacia el desarrollo sustentable donde la productividad y la razón fueran las directrices de ese ansiado cambio.
Los ciudadanos esperaban que la corrupción y los amarres se terminaran, pero dentro de su gobierno ha habido malos elementos y los actos cometidos por ellos ha ensombrecido su proyecto.
Los ciudadanos esperaban que la dolarización fuera fortalecida mediante estrategias propias del libre mercado y con una responsable austeridad. (La austeridad no significa dejar que los pobres sean marginados más bien un buen gobernante sabe que con la misma se los está ayudando en el largo plazo). La crisis financiera mundial es un factor exógeno que contribuye a hacer más grande el hueco del saco, es decir, que es una mentira echarle toda la culpa a la crisis; más bien la crisis nos permite dirigirnos hacia una económica real. Ahorrar en tiempos de vacas gordas para soportar cualquier crisis es una política no implementada en este gobierno.
Los ciudadanos esperaban que la seguridad social sea manejada técnicamente donde cada uno de los afiliados sepa el destino de cada uno de sus dólares y que los mismos estén sólidamente protegidos ya que son los ahorros de toda una vida a la que nadie tiene ningún derecho de tomar a la fuerza.
Si la revolución ciudadana significa que los ciudadanos de un país debemos conformarnos a vivir en un ambiente de inseguridad jurídica y económica, de miedo, de represalias, de asistencialismo, de insensatez, de violaciones de derechos individuales; entonces, dicha revolución solo ha quedado para la historia y como un simple membrete de un movimiento político.
¿Ustedes creen que un gobierno de derecha hubiera durado dos años en el poder empleando la misma política de los revolucionarios socialistas? Ni a seis meses llegaba, pero los agitadores de siempre son ahora los aliados del gobierno y se han vuelto cómplices de sus abusos de poder.
EL dictum de Lord Acton es una buena referencia en estos tiempos donde el gobernante se cree jefe de todos los poderes del Estado. Así, este gran profesor y filósofo nos decía sabiamente que: “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”. El poder no es eterno y la historia le pasará al presidente Correa la factura cuya deuda será más grande que la de sus antecesores los cuales fueron denigrados constantemente en su retorica ya acostumbrada. En vez de la revolución ciudadana debemos los ecuatorianos (los individuos que votaron y no por Correa) exigir como mandantes una verdadera revolución mental del mandatario para que no se enfrasque en teorías caducas, no plausibles que suenan bonito para el oído pero no es nada grato para los bolsillos.

sábado, 21 de febrero de 2009

La legalización del consumo de las drogas: (Parte II)

En 1920, el consumo del alcohol fue prohibido en los Estados Unidos mediante la expedición de la Ley Seca lo cual originó la quiebra de cientos de comercios y el surgimientos de las mafias (Al Capone) que proveían de alcohol de mala calidad a las personas con precios exorbitantes. El gobierno dejaba de percibir miles de dólares por concepto de impuestos debido a que el negocio legal del alcohol desapareció. Estados Unidos aceptó la derrota de su guerra contra el alcohol en 1933 y permitió su consumo.
Si los gobiernos dirigieran todos sus esfuerzos para atacar el problema de las drogas por el lado de la demanda los resultados fueran distintos ya que al legalizarse el consumo de la marihuana, cocaína, heroína ocasionaría inmediatamente una reducción internacional del precio lo cual volvería no rentable el negocio del contrabando de estupefacientes, el mercado negro por ende desaparecía y la mafia organizada sería aniquilada por completo. Las drogas serían vendidas por comerciantes legalmente registrados y no por gánsteres. La legalización de las drogas implicaría legalizar su producción, distribución y consumo. Con esta nueva visión y política los individuos recobrarían su soberanía de consumir el bien que desee (libertad de consumo). Las grandes cantidades de dinero que se utilizan para combatir el contrabando serían empleadas en programas educativos de prevención para la sociedad y para otros programas sociales y humanitarios.

El Premio Nobel de Economía 1976, Milton Friedman fue partidario de la legalización de las drogas y para él habían dos problemas: uno económico y otro filosófico. El primero porque el costo de la guerra de las drogas es multimillonario; mientras, que el segundo es que ningún individuo debe ser privado de elegir lo que quiera consumir. El propuso que debería implementarse una reglamentación al nuevo modelo de consumo (reducir los riesgos al consumir una droga ya que en el mercado ilegal mucha gente muere más por la calidad de la droga) y este nuevo modelo proporcionaría más dinero a una nación con los impuesto de este negocio ahora legal. (Este dinero se lo podría destinar a cubrir déficit fiscal).

Hay varias voces que apuntan a la legalización del consumo de las drogas (dulces y duras) con interesantes planteamientos que data ya de una década atrás, pero los gobiernos han preferido nadar contra la corriente. No debemos olvidar que el problema de las drogas debe ser tratado como uno de tipo moral y médico, más no jurídico.

La educación en los hogares, escuelas y universidades y lo más importante la persuasión son elementos claves para evitar que la solución sea peor que la enfermedad. El negocio de las drogas es bueno porque sencillamente es ilegal, mientras más ilegal sea, el negocio mejor será.

La legalización del consumo de las drogas: (Parte I)

La simple idea de consumir cualquier tipo de drogas (dulces como la marihuana y duras como la cocaína) sin ninguna restricción parece descabellada, pero si se analiza a profundidad el tema vemos que no es del todo así e incluso su legalización implicaría el término del multimillonario negocio de las drogas y de un gran problema social de toda Latinoamérica.
En el siglo XIX ningún tipo de droga estaba prohibida en los Estados Unidos y la noción de drogas como estupefaciente solo empezó a surgir en 1860.
En 1914, el Congreso norteamericano promulgó la Ley Harrison para regular el uso de la drogas (excepto la Marihuana). En 1916, Francia fue el primer país en promulgar una ley contra el uso de la drogas. Para fines de los años 40 todas las drogas fueron declaradas ilegales a nivel mundial. En 1999, se implementó el Plan Colombia con un presupuesto de 7.500 millones de dólares, entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, para atacar militarmente el narcotráfico en la zona andina y resolver el conflicto armado con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas). En el 2009, la financiación hacia Colombia fue de 545 millones de dólares.
Los resultados de la guerra contra las drogas ha sido un fracaso ya que la industria ilegal genera alrededor de 400 mil millones de dólares y su prohibición ha creado corrupción en los gobiernos de turno, mafias, drogas adulteradas, muertes, violaciones de los derechos individuales y es un claro atentado contra la libertad de consumo.

Todas las leyes y políticas gubernamentales están dirigidas a atacar la oferta de la droga en el escenario mundial pero lo interesante sería resolverlo por el lado de la demanda. Si los logros por el lado de la oferta (plan Colombia, leyes antidrogas, etc.) fueran efectivos, éstos se traducirían en una reducción del precio de las drogas al disminuir la cantidad ofertada.. Las leyes de la oferta y de la demanda se cumplen en cualquier bien que sea tratado (agua, alcohol, pan, colas, hamburguesas, etc.) y las drogas no se escapan del mismo. La prohibición ha creado un mercado negro lucrativo de grandes proporciones con muchos participantes e “incentivos perversos” donde muchas organizaciones internacionales y burócratas se benefician (sueldos, privilegios, sobornos) del el status quo .

domingo, 28 de septiembre de 2008

GANO EL SÍ: ECUADOR TIENE UNA NUEVA CONSTITUCIÓN

El día de hoy el pueblo ecuatoriano ha aprobado de forma abrumadora el proyecto constitucional impulsado por Alianza País y de manera concreta por el presidente Correa. Los datos extraoficiales a nivel nacional, del exit poll realizado por la encuestadora Cedatos, son los siguientes: SI: 69,9%, NO: 24,9%, NULO: 3,7% y BLANCOS: 1,5%. Los datos de cuenta rápida de la organización Participación Ciudadana a nivel nacional muestran que el SI asciende a 63,2%, el NO logró 28,6%, el NULO alcanza el 7,2% de los votos y el BLANCO suma 1%.
El presidente Correa consagra su cuarto triunfo electoral en sus dos años de gobierno y el país cuenta con la Constitución número veinte de su historia republicana.

El presidente Correa aplicará su “fundamentalismo ideológico” más conocido como “el socialismo del siglo XXI” en las políticas y programas estatales y sólo él será el culpable del desastre económico y social venidero. ¿Acaso Correa al sentirse acorralado no aceptará su negligencia y le pasará la factura al pueblo porque ellos fueron los que ratificaron la nueva Constitución? El pueblo apostó el cambio por el cambio sin reflexionar si ese cambio es bueno o malo ya que muchas personas no leyeron los 444 artículos ni las implicaciones del régimen de transición. El voto por la nueva constitución fue en gran parte un voto de respaldo al presidente Correa y las zonas rurales jugaron un papel dirimente en su victoria política.

La votación de estas zonas no demuestra un voto por convicción al modelo socialista o simpatía al presidente sino que los regalos dados por el gobierno durante las últimas semanas de la campaña influyeron en la decisión y cambiaron los resultados del referéndum. Los indecisos y los nulos se inclinaron por la tendencia que apoyaba la revolución ciudadana y el SI ganó 9 puntos en tan solo 7 días.

El gobierno después del domingo 28 no tiene excusa alguna para no conducir a la nación hacia el progreso y mejoramiento de los niveles de vida de todos los ciudadanos. El pueblo querrá resultados rápidos y concretos sino el costo político será muy alto. La época de la palabrería, los insultos y descalificaciones se terminaron. Yo no comulgo con las ideas socialistas ni creo que el régimen del buen vivir es la solución a los problemas trascendentes de las clases más desprotegidas. La pobreza se acrecentará y las diferencias sociales se acentuarán y esperamos que los mandantes le reclamen al mandatario por no haberlos permitido vivir en una patria altiva, soberana, justa, equitativa y democrática.

sábado, 27 de septiembre de 2008

¿Quién gana el Sí o el No?

El día de mañana todos los ecuatorianos iremos a las urnas a votar por el Sí, No, Nulo y Blanco. El gobierno utilizó todas las herramientas que estuvieron a su alcance para promocionar el Sí en todo el país, ya que una cosa era el gasto de publicidad con propagandas atosigantes; y otro, como se preveía, eran los incrementos de bonos y salarios, regalos de maquinarias, inauguración de obras con primeras piedras, préstamos hipotecarios, entrega de insumos agrícolas gratuitos, etc.
La campaña por el No fue muy pobre con ausencia de ideas fuertes, convincentes y lo peor sin un líder nacional que llevara la bandera contra el socialismo del siglo XXI, el cual la inmensa mayoría desconoce. El Ab. Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, lideró la campaña por el No en esta ciudad y donde se estima hasta ahora que esta tendencia gane. A nivel nacional es obvio cual va a ser la tendencia ganadora pero el pueblo está votando por el Presidente Correa y no por los 444 artículos de la nueva Constitución. Es poco probable que el voto avergonzante juegue un papel dirimente en los resultados del domingo 28 pero todo es posible en nuestro país (Nebot perdió frente a Abdalá Bucaram de esta forma).
La sostenibilidad económica de la Constitución está en duda pero la gente igual votará con el corazón y la pasión y más no por la razón y sensatez.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Razones para votar No en el referéndum: Parte VII

Sobre el gasto público y el buen vivir (sumak kawsay)

Es una verdadera contradicción los articulados del proyecto constitucional que otorgan a los ecuatorianos nuevos derechos con respecto a su financiamiento en el largo plazo. Los derechos del buen vivir o sumak kawsay obliga al Estado a 1) Garantizar la educación gratuita hasta el tercer nivel (Art.28 y Art.356); 2) Establecer políticas que promuevan la soberanía alimentaria (Art. 281); 3) Garantizar el seguro social a las amas de casa (Art. 34), 4) Promover recursos que garanticen los derechos de las jóvenes y los jóvenes (Art. 39); 5) Atender a los discapacitados mediante medicamentos y asistencia sicológica gratuita (Art. 47); 6) Garantizar a los desempleados el seguro social (Art. 34); 7) Atender a los adultos y adultas mayores mediante salud, medicinas, jubilación (Art.37); 8) Restaurar el daño a la naturaleza y a sus afectados (Art. 72) ; 9) Ejecutar planes educativos, capacitación laboral, de producción agrícola, artesanal, industrial en los centros de rehabilitación social. (Art. 203).
Art. 286.-Las finanzas públicas, en todos los niveles de gobierno, se conducirán de forma sostenible, responsable y transparente, y procurarán la estabilidad económica. Los egresos permanentes se financiarán con ingresos permanentes. Los egresos permanentes para salud, educación y justicia serán prioritarios y, de manera excepcional, podrán ser financiados con ingresos no permanentes.
¿Dónde se hallan los ingresos permanentes que permiten que sean sostenibles los nuevos derechos? Los recursos petroleros son ingresos no permanentes y los impuestos son permanentes. Si los ingresos permanentes no lleguen a cubrir estos gastos entonces, ¿nos endeudaremos? ¿Hugo Chávez nos dará el dinero del pueblo de Venezuela para impedir que se resquebraje su proyecto político bolivariano? ¿Eliminaremos subsidios? ¿Cuáles de ellos, si el Art.285 menciona que la política fiscal tiene como objetivo la redistribución del ingreso utilizando “tributos y subsidios adecuados”?
Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, señaló, en la Revista Vanguardia No. 152, algo preocupante: “El Estado gasta la mitad de lo que produce” “Si este es el punto de partida, el país debe reflexionar si esto es sostenible en el largo plazo”. Es decir, que el 50% del PIB es gastado por el gobierno actualmente con la Constitución de 1998.
Art. 11.- Numeral 3. Los derechos serán plenamente justiciables. No podrá alegarse falta de norma jurídica para justificar su violación o desconocimiento, para desechar la acción por esos hechos ni para negar su reconocimiento.
Los nuevos derechos que aseguran el buen vivir tendrán que ser ejecutados por el Estado ya que sino los ciudadanos podrán iniciarle juicios por su incumplimiento.
La interrogante central es: ¿Hay dinero suficiente para sustentar el gasto público venidero en un horizonte no mucho menor de 50 años?
EL régimen del buen vivir es el nuevo “welfare estate” ó Estado de bienestar que no se relaciona en absoluto con el crecimiento económico actual del país y peor con sus índices de productividad. Poco a poco, el gasto público incidirá en la inflación atentando contra el sumak kawsay y la dolarización.
La emisión de una nueva moneda puede sustentar el gasto público del gobierno y es un instrumento inmoral que será necesario para llevar a cabo su revolución ciudadana. Pero, una gran revolución ciudadana se va a generar cuando el presidente Correa o el que le siga hayan quebrado al Estado, la economía y destruido sus ahorros y las ganancias producidas con el peor de los impuestos (la inflación).
Corresponde a cada ciudadano reflexionar si la nueva constitución asegura el bienestar de esta generación y las futuras basada en un financiamiento real y ajustado a nuestra potencialidad como nación entera. A todos nos gustaría recibir algo sin incurrir en algún costo pero no nos olvidemos que jamás en la economía hay almuerzos gratis, en algún momento se debe cancelar la factura. Es el gobernante quien decide el monto de la factura que la sociedad debe pagar.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Razones para votar No en el referéndum: Parte VI

Sobre la inversión

Art. 339.- El Estado promoverá las inversiones nacionales y extranjeras, y establecerá regulaciones específicas de acuerdo a sus tipos, otorgando prioridad a la inversión nacional. Las inversiones se orientarán con criterios de diversificación productiva, innovación tecnológica, y generación de equilibrios regionales y sectoriales. La inversión extranjera directa será complementaria a la nacional, estará sujeta a un estricto respeto del marco jurídico y de las regulaciones nacionales, a la aplicación de los derechos y se orientará según las necesidades y prioridades definidas en el Plan Nacional de Desarrollo, así como en los diversos planes de desarrollo de los gobiernos autónomos descentralizados. La inversión pública se dirigirá a cumplir los objetivos del régimen de desarrollo que la Constitución consagra, y se enmarcará en los planes de desarrollo nacional y locales, y en los correspondientes planes de inversión.

Una nación requiere necesariamente de la inversión extranjera para la generación de más empleo y mejorar el nivel de vida de sus habitantes. La inversión nacional es necesaria y bienvenida pero la misma no es suficiente para emprender grandes y multimillonarios proyectos. Es una absoluta contradicción este artículo porque desalienta a la inversión de grandes capitales puesto que la inversión local tiene prioridad. Las normativas ambiguas conducen a interpretaciones equívocas y los sentimentalismos pueden hacernos retornar hacia una visión pasada y fallida del papel de la inversión extranjera directa (IED) en la economía. Los gobiernos de los años 80 bajo la ideología de la “sustitución de importaciones” (ideas que todavía los trasnochados socialistas de la revolución ciudadana profesan) implementaron políticas duras de industrialización que afectaron el crecimiento económico. Estas políticas se concentraron en la planificación central con pocos nexos entre la demanda externa y con pobres resultados en términos productivos.
La IED debe estar dirigida hacia sectores de mayor valor agregado y no solo en los sectores de servicios y petróleo. Es verdad, que hay mayor seguridad en estas dos industrias pero el rol de la I&D es sumamente esencial para romper los paradigmas. No hay que temerle a las empresas multinacionales sino más bien aprovechar de ellas para nuestro beneficio. Las frases correctas para superar los miedos y complejos no es pronunciar “ YANKEE GO HOME”, sino más bien, ¡SOCIALISTS GO CUBA TO LIVE HAPPY!

El 22 de abril del 2008, El Comercio en un artículo sobre la IED señalo lo siguiente: “En el transcurso de su visita a México, el presidente ecuatoriano ha señalado que el pilar fundamental para cimentar un entorno seguro para la inversión extranjera es la creación de nuevas instituciones productivas y un cambio de políticas públicas” ¿La nueva Constitución asegura eso? Según las estadísticas del Banco Central del Ecuador, en 1978, la inversión extranjera (49 millones de dólares) representaba menos del 1% del Producto Interno Bruto.
Las cifras oficiales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) al 31 de abril del 2008 muestran como la IED en nuestro país ha caído bruscamente y se ha acentuado con el intenso y atosigante ambiente electoral de los dos últimos años.
La IED en millones de dólares durante el período 2002 al 2007 es la siguiente: 783, 871, 837, 493, 271 y 179. La variación porcentual en este período es: 11%, -4%, -41%,-45% y -34% respectivamente.
Según la CEPAL, el periodo comprendido desde 1993 hasta 2002 se registró un incremento de la IED en casi un 60%. La mayor IED se dio desde 1998 hasta 2002 alcanzando 870 millones de dólares.
Corresponde a cada ciudadano reflexionar su voto y leer detenidamente los conceptos e ideas propuestas en el proyecto constitucional y no dejarse guiar simplemente por el carisma y la buena fe presidencial.

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