GACETA ECONÓMICA ECUADOR

En los últimos días altos representantes del gobierno han manifestado claramente su deseo de lograr una gran unión latinoamericana, una sola América para cumplir el sueño de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, más conocido como Simón Bolívar. Los partidarios del gobierno van por las calles de Quito y Guayaquil con pancartas y boinas rojas, con banderas tricolores, verdes y rojas que tremolan fuertemente al igual que lo es su grito vehemente: “Alerta, Alerta, la espada de Bolívar está pasando a través de América Latina". Pero, ¿Ellos realmente sabrán quién era Simón Bolívar y cuál era su rol luego de la independencia de Guayaquil en 1820? El 9 de Octubre de 1820, la ciudad de Guayaquil se independizó del dominio español sin la intervención de Simón Bolívar, y ésta revolución de los ciudadanos guayaquileños, llenos de patriotismo, constituyó la verdadera y definitiva libertad. José Antonio Gómez Iturralde, director del Archivo Histórico del Guayas, indica que la independencia de Guayaquil significa una ruptura total con la Colonia para que los guayaquileños, ahora libres, asuman su desarrollo comercial. Simón Bolívar, en su megalomanía y prepotencia, no pudo entender este claro mensaje, no pudo entender que Guayaquil se había constituido en un Estado libre, soberano y que pretendía mantener su autonomía total. Por tal motivo, él mandó a prohibir la celebración del 9 de Octubre e intentó borrar el Acta de la Independencia. El 13 de julio de 1822, Simón Bolívar a la fuerza se proclamó Jefe Supremo y anexó a la ciudad capital de la Provincia Libre de Guayaquil a la Gran Colombia. Hay que estar atentos cada vez que escuchemos la frase exclamada por los manifestantes “espontáneos” porque tiene un significado clarísimo y contundente contra las pocas libertades que tienen los ciudadanos, la independencia del individuo frente al Estado, el sistema de libertad económica, el Estado de derecho y lo peor de todo que el escenario de un gobierno con poderes absolutos no está lejos. No tiene sentido hablar de la creación de una moneda única regional ya que el Ecuador tiene una gran ventaja sobre los demás países del área al contar con un sistema dolarizado, el cual necesita ser afianzado urgentemente con más comercio, más competencia bancaria, financiera y empresarial, más turismo, menos Estado, menos impuestos, menos gasto público, menos endeudamiento, menos subsidios, menos leyes que atentan contra libertades individuales; caso contrario, volveremos a otra crisis económica peor que la sucedida en 1999.